sábado, 17 de mayo de 2014

Explicar el método Heinrich

Se trata del método más conocido para efectuar la valoración de los costes provocados por un accidente de trabajo, el cual divide los costes en dos grupos:

Costes directos (C.d.), también llamados costes aparentes. Son los que se producen en primera instancia y pueden contabilizarse.

  • Salarios percibidos por el accidentado, sin trabajar, y que en principio corren a cargo de la empresa.
  • Prima del seguro.
  • Indemnizaciones.
  • Pérdida de productividad, hasta que el puesto de trabajo funcione de nuevo a pleno rendimiento.
  • Gastos de asistencia y socorro.
  • Gastos médicos no asegurados, que debe pagar la empresa.

Costes indirectos (C.i.), también llamados costes reales. Se refieren a las consecuencias que acarrea el accidente en la organización y en la producción de la empresa.
  • Tiempo perdido por los compañeros y mandos del accidentado.
  • Tiempo empleado en la investigación del accidente.
  • Producción perdida, tanto por el accidente como por las reparaciones materiales y por la instrucción y adiestramiento del operario que suplirá la baja.
  • Reparación de los daños producidos en las instalaciones, máquinas y materiales.
  • Costes de nuevas piezas y jornales de reparaciones, montajes y pruebas.
  • Menor rendimiento del accidentado al reincorporarse al trabajo.
  • Pérdidas comerciales.
  Así, los costes totales vendrían dados por la suma de los directos más los indirectos.


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