Costes directos (C.d.), también llamados costes aparentes. Son los que se producen en primera instancia y pueden contabilizarse.
- Salarios percibidos por el accidentado, sin trabajar, y que en principio corren a cargo de la empresa.
- Prima del seguro.
- Indemnizaciones.
- Pérdida de productividad, hasta que el puesto de trabajo funcione de nuevo a pleno rendimiento.
- Gastos de asistencia y socorro.
- Gastos médicos no asegurados, que debe pagar la empresa.
Costes indirectos (C.i.), también llamados costes reales. Se refieren a las consecuencias que acarrea el accidente en la organización y en la producción de la empresa.
- Tiempo perdido por los compañeros y mandos del accidentado.
- Tiempo empleado en la investigación del accidente.
- Producción perdida, tanto por el accidente como por las reparaciones materiales y por la instrucción y adiestramiento del operario que suplirá la baja.
- Reparación de los daños producidos en las instalaciones, máquinas y materiales.
- Costes de nuevas piezas y jornales de reparaciones, montajes y pruebas.
- Menor rendimiento del accidentado al reincorporarse al trabajo.
- Pérdidas comerciales.
Así, los costes totales vendrían dados por la suma de los directos más los indirectos.
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